Respiración: la importancia sobre el sistema nervioso autónomo

Respiramos sin darnos cuenta, de forma inconsciente. Como los latidos del corazón o la digestión, el impulso respiratorio está gestionado por la parte más antigua de nuestro cerebro: lo que se conoce como el cerebro reptiliano.

Es la parte del cerebro más instintiva, la que vela por nuestra supervivencia, por así decirlo. Gracias a estos mecanismos inconscientes nos podemos mantener en vida. De no respirar, no podríamos sobrevivir.

Este impulso respiratorio se adapta a las circunstancias externas, a los estímulos externos… es el sistema nervioso autónomo quien lo controla, y le dice a la respiración lo que tiene que hacer, por así decirlo, si ir más rápido o más despacio, etc. Aunque veces es como el cuento del huevo y la gallina, no sabemos quién crea a quién.

Entender que existen ritmos naturales en nuestro organismo es el primer paso para empezar a sintonizar con estos

¿Qué ocurre?

¡Pues que llevamos al sistema nervioso autónomo como loco!

Este tiene ciclos naturales de unos 90 minutos en los que fluctúa de una rama a otra: de la rama simpática (acción y movimiento) a la rama parasimpática (calma y reposo).

¿Y nosotr@s que hacemos?

Pues que nos pasamos el día en modo simpático: corriendo de un lugar a otro, haciendo mil tareas a la vez, desayunando mientras miramos el móvil, corriendo de la oficina al gimnasio y viendo series de acción antes de ir a dormir.

¿Cómo queremos que esté el sistema nervioso autónomo?

Perdidísimo. Y desequilibrado.

Entender que existen ritmos naturales en nuestro organismo es el primer paso para empezar a sintonizar con estos.

Debemos de empezar a escuchar al cuerpo y empezar a ayudarle a que se autorregule: cuando estamos activos, estamos activos, cuando es hora de descansar o hacer la digestión (sí, esta la gestiona la rama parasimpática) le permitimos al cuerpo tener este espacio.

Una de las formas de hacerlo es regulando la respiración: respiraciones más largas y lentas estimularán a la rama parasimpática del sistema nervioso.

Y de esta manera volvemos a fluir con nuestro ritmo natural y a adaptar nuestras actividades cotidianas a nuestro ritmo natural.

De esta forma respetamos cuerpo, mente y alma.

Y facilitamos la unión de los tres.

Y ya sabes, si te apetece probar una clase de Pranayama de 45 minutos para aprender a relacionarte y hacer consciente tu respiración, no dudes en probar una de las clases o uno de los planes (todos tienen 7 días de prueba gratis).

Recibe mis recursos gratuitos desde el siguiente enlace: una respiración guiada y una sesión de relajación Yoga Nidra. Espero que los disfrutes. 🙂

Un abrazo,

Sílvia

Carrito de compra
Scroll al inicio
Abrir chat
Hola 👋
¿En qué puedo ayudarte?
Ir al contenido