Tercer Yama en los principios éticos en los Yoga Sutras de Patanjali
Existen varias interpretaciones, de hecho, muchas interpretaciones de estos principios éticos.
Asteya, no robar. Solemos pensar en recursos materiales, no robar objetos o dinero, pero este Yama va más allá, y se centra en el hecho de no robar energía de otros o robarnos energía a nosotros mismos, entre otras interpretaciones.
¿Cómo se roba la energía de otros? ¿Y la nuestra propia?
Pues bien, la energía de otros la podemos robar, por ejemplo, cuando nos quejamos en exceso con un amigo o un familiar, de lo que nos pasa, de nuestro trabajo, de como nos sentimos, de la vida en general…
¿Y la nuestra? Pues por ejemplo, cuando nos hinchamos a comer y después no tenemos energía para nada: a nivel físico no tenemos energía para movernos y a nivel mental supone una pérdida de concentración y de claridad.
Cuando nos hinchamos a comer, después no tenemos energía para nada: a nivel físico no tenemos energía para movernos y a nivel mental supone una pérdida de concentración y de claridad.
Esto suele pasar cuando no estamos en nuestro centro, cuando no estamos en nuestra Verdad (Satya, segundo yama).
Al no estar en nuestro centro, buscamos llenarnos de cosas externas: buscar la aprobación de otras personas, buscamos justificar nuestros actos, comemos de forma compulsiva, o incluso, en la esterilla, le robamos energía al cuerpo forzando posturas para las que todavía no estamos preparados.
Por eso es tan importante estar en nuestro centro para vivir desde nuestro centro, y no de puertas hacia afuera. De esta forma, no necesitaremos «robar» nada a nadie ni a nosotros mismos y nuestra salud.
Puedes hacerte las siguientes preguntas:
¿Tienes la tendencia de quejarte en exceso con personas de tu entorno sobre tu situación actual?
¿La falta de confianza en ti mismo hace que busques la aprobación externa?
¿La inseguridad en ti hace que a veces fuerces demasiado tu cuerpo para demostrarte que tu puedes?
¿Tienes tendencia a comer demasiado y sentir que después no te queda energía para nada?
Es muy importante estar en nuestro centro para vivir desde nuestro centro, y no de puertas hacia afuera
Hasta aquí esta interpretación de este tercer Yama, Asteya.
Un abrazo fuerte,
Sílvia
